No fue una final, ni valió un título. No hubo trofeo ni cámaras por todos lados. Pero para el tenis argentino, aquel partido quedó grabado en la memoria colectiva como uno de esos momentos mágicos que el deporte regala sin previo aviso. Fue en 2013, en el polvo de ladrillo de Hamburgo, cuando Federico Delbonis, con apenas 22 años y el puesto 114 del ranking, derrotó al mismísimo Roger Federer, por entonces número 5 del mundo y ya leyenda viviente.

🔹 El contexto: un joven zurdo contra el mito

Delbonis venía de la clasificación y atravesaba la mejor semana de su carrera. Nadie esperaba que llegara a la final. Mucho menos que en semifinales le tocara Federer, que jugaba su primer torneo con una raqueta de marco más grande, buscando recuperar sensaciones después de una gira de pasto floja.

En la cancha central del torneo alemán, Delbonis se plantó sin complejos. Zurdo, con un revés potente y un servicio sólido, comenzó a incomodar al suizo desde el inicio. Ganó el primer set 7-6 con un tie-break impecable, y cerró el segundo por 7-6 también, en un final lleno de tensión. No le tembló el pulso. Ni ante Federer. Ni ante la historia.

🔹 El triunfo que cambió su carrera

Fue la primera victoria de Delbonis ante un top 10. Lo catapultó a su primera final ATP y lo puso en el radar del tenis mundial. Aunque perdió la definición ante Fabio Fognini, ese día en Hamburgo quedará siempre como un punto de inflexión. No fue solo un batacazo: fue la confirmación de que podía jugar al más alto nivel.

Delbonis lo recordaría años después como “el partido que me hizo creer en mí mismo”. Una frase simple, pero que resume el peso simbólico de esa victoria.

Roger Federer vs Federico Delbonis Hamburg 2013

🔹 Federer, siempre Federer

Roger fue, como siempre, elegante en la derrota. Felicitó al argentino y reconoció que no había jugado su mejor tenis. Pero también elogió la agresividad del zurdo argentino, que lo incomodó más de lo esperado.

Ese encuentro quedará como una de las pocas veces en las que Federer perdió con un jugador fuera del top 100 en polvo de ladrillo, lo que hace aún más valiosa la hazaña.